como combatir el malestar de la lactancia maternal

Consejos para aliviar la ingurgitación mamaria de forma efectiva.

Qué es la inmunización mamaria y cómo aliviarla

Hola a todos y todas, soy Elena Pajuelo y me podéis encontrar en la red como "Actualidad Matrona". En este artículo vamos a detallar qué es la inmunización mamaria y cómo aliviarla durante los primeros días de la lactancia.

La información contradictoria y los consejos diferentes

Existen muchas opiniones diferentes sobre la lactancia, incluso entre los profesionales de la salud. Esto puede generar desconfianza e inseguridad a la hora de amamantar a vuestros bebés, y dificultar el inicio de la lactancia. En este artículo, voy a explicar de manera rigurosa qué es la inmunización mamaria y los pasos a seguir para aliviarla.

Qué es la inmunización mamaria y por qué ocurre

La inmunización mamaria es una acumulación de líquidos en el pecho, como sangre y plasma, que ocurre durante el posparto inmediato. Esta acumulación inflama el pecho y dificulta la salida de la leche por el pezón. Como resultado, se experimenta dolor, inflamación y el bebé puede tener dificultades para mamar y drenar la leche.

Diferencia entre un pecho lleno y una inmunización mamaria

Un pecho lleno se siente caliente, duro y firme, pero no presenta inflamación ni enrojecimiento. La leche fluye correctamente y el bebé puede succionar sin problemas. En cambio, una inmunización mamaria se caracteriza por un pecho agrandado, hinchado, doloroso y algunas zonas pueden estar enrojecidas. Además, el pezón puede estar muy estirado y aplanado, dificultando el movimiento de succión del bebé.

Factores que aumentan el riesgo de inmunización mamaria

La inmunización mamaria puede ocurrir en diferentes intensidades y afecta a mujeres que han tenido partos largos, han recibido fluidos intravenosos en exceso y han tenido dificultades en el inicio de la lactancia, como separación prolongada del bebé o alimentación restrictiva en el pecho.

Conocer los síntomas y seguir los pasos adecuados para aliviarla es fundamental para mantener una lactancia exitosa. ¡Continúa leyendo nuestra guía completa para más información!

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¿Qué hacer en caso de bloqueo de salida de leche?

En ocasiones, el pecho puede estar tan duro que el bebé no puede succionar adecuadamente. Para resolver esto, es importante desbloquear la salida de leche. Lo primero es evitar aplicar calor, ya que estamos en un proceso inflamatorio. En su lugar, podemos usar compresas frías o alimentos congelados envueltos en una toalla. También podemos utilizar arcilla o hojas de col, que tienen propiedades antiinflamatorias.

Es fundamental practicar el masaje y la técnica de la presión inversa suavizante. Para ello, debemos tener las manos limpias y las uñas cortadas. Colocamos los dedos en forma de manera que no toquen el pezón, pero sí la areola, y los llevamos hacia atrás, manteniendo la presión durante unos segundos y rotando.

Esta técnica es muy eficaz para aliviar la inflamación y facilitar el drenaje de la leche acumulada en la zona de la areola.

Otro punto importante es cuidar nuestro pecho, tratándolo con delicadeza. No debemos hacernos daño ni darnos golpes. La inflamación debe ser tratada para que disminuya, por eso es recomendable aplicar frío y tomar antiinflamatorios.

Recuerda que no es lo mismo la subida de leche que la indicación, y que en este caso estamos hablando de un proceso patológico en el que no sale leche, el pecho está duro e inflamado. Es importante seguir estas recomendaciones para resolver el bloqueo de salida de leche y asegurar una lactancia exitosa.

Drenaje inverso suavizante para la lactancia

Una manera de hacer el drenaje inverso suavizante es colocar dos dedos a cada lado del pezón y llevarlos hacia atrás, manteniendo la presión e ir cambiando de zona.

¿Cuánto tiempo hacerlo? Hasta que notes alivio.

Normalmente, vas a empezar a notar que empieza a gotear la leche de tu pecho y hasta que el pezón no esté aplanado sino que ha salido hacia afuera. Aplicamos esta técnica para drenar la leche y enseguida nos colocamos al bebé. Si es necesario, volvemos a aplicar frío.

Tomamos el antiinflamatorio que seguramente te han recetado después del parto. Los antiinflamatorios son compatibles con la lactancia, pero si tienes cualquier duda puedes consultar en la web en lactancia.org.

La aplicación de calor de las compresas calientes puede mejorar inicialmente la sensación de congestión y facilitar la salida de la leche. Sin embargo, aplicar calor de manera continua no nos va a ayudar al proceso inflamatorio. Es mejor que solamente apliquemos frío y no apliquemos calor en este proceso, conocido como la inmunización mamaria.

¿Qué hacer si después de la toma notas el pecho muy cargado sigue estando muy duro y notando mucha inflamación?

Puede ayudar la extracción manual y sacarte un poco de leche con la mano hasta notar alivio. No debemos estar mucho rato para no hiperestimular y solamente sacamos hasta que nos veamos el pecho más grande y nos notemos mejor. Preferiblemente, realizamos la extracción manual en lugar de usar un sacaleches después de las tomas.

Después de la extracción manual o de una toma, aplicamos el frío para disminuir la sensación de hinchazón y malestar. También podemos tomar analgésicos antiinflamatorios para aliviar el dolor.

¿Qué no debes hacer?

A veces, sin querer, hacemos cosas que empeoran la congestión y dificultan que se solucione el problema.

Las más destacadas son:
  • No aplicar calor indistintamente, ya que estamos en un proceso inflamatorio en el que no es recomendable aplicar calor.
  • No separar a la madre y al bebé, ya que la causa de la congestión puede ser esta separación. Es muy importante que siempre que sea posible, estén juntos.

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El contacto piel con piel entre la madre y el bebé es muy importante durante todo el proceso de lactancia. Se ha demostrado que este contacto promueve la liberación de oxitocina y endorfinas tanto en la madre como en el bebé. Por eso, es recomendable que pasen el mayor tiempo posible juntos.

Es fundamental que el bebé coja el pecho siempre que esté dispuesto a hacerlo. No hay que aplazar las tomas y es importante no espaciarlas demasiado. Siempre debes ofrecer el pecho al bebé cuando lo veas dispuesto. Durante los primeros días o semanas, se recomienda que haya entre 8 y 12 tomas al día.

Evita el uso de chupetes o tetinas hasta que la lactancia esté bien establecida y funcione correctamente. Esto significa que no tengas dolor ni molestias al dar el pecho, y te sientas segura en el proceso. Al salir a la calle, puedes dar el pecho sin necesidad de utilizar ningún accesorio o dispositivo. Esto suele ocurrir a partir de las tres semanas o un mes, dependiendo de cada mujer y del tipo de lactancia.

Recuerda que es importante no interrumpir la lactancia en caso de procesos inflamatorios o problemas puntuales. Incluso puede ser recomendable aumentar la frecuencia de las tomas en estos casos.

Espero que esta información te haya sido útil. Si es así, ¡no olvides suscribirte a nuestra página y compartir este artículo con otras mamás!

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