
Trucos sencillos para identificar y aliviar el reflujo y regurgitación del bebé
Bienvenidos a Baby Suites, el portal de maternidad donde encontrarás todo lo que necesitas saber sobre el embarazo, la lactancia y el cuidado de los bebés. Soy Paula, matrona y autora de este blog. Si aún no me conoces, te invito a suscribirte para no perderte ninguna de nuestras publicaciones.
La regurgitación en los bebés
Es importante empezar diciendo que todos los bebés regurgitan. Esto es completamente fisiológico, independientemente de si toman leche materna o leche de fórmula. La regurgitación es similar a cuando una botella está llena hasta arriba y al moverla el contenido se derrama. En el caso del bebé, su esfínter no está completamente maduro, por lo que al moverse, parte del contenido del estómago sale hacia afuera. Aunque los padres pueden pensar que el bebé está sacando mucho más de lo que realmente es, es importante recordar que esto es normal y que los bebés regulan su alimentación de esta manera.
El reflujo gastroesofágico
Por otro lado, el reflujo gastroesofágico puede ser considerado como patológico. Existen diferentes subtipos de reflujo, siendo uno de ellos el reflujo silente u oculto, que no presenta la proyección de leche hacia afuera, sino que se manifiesta mediante la incomodidad del bebé.
Reflujo gastroesofágico fisiológico
La regurgitación en los bebés es completamente normal. Es un mecanismo que les permite regular la cantidad de alimento y no indica ningún problema de salud.
Reflujo gastroesofágico patológico
El reflujo gastroesofágico que causa molestias y malestar en el bebé es considerado patológico. Este tipo de reflujo puede manifestarse con llanto, rechazo de las tomas y dificultad para comer.
El reflujo oculto
Existe un subtipo de reflujo gastroesofágico llamado oculto o silente. En estos casos, el bebé no presenta regurgitación visible, pero sí experimenta incomodidad y otros síntomas mencionados anteriormente.
Regurgitación y reflujo en los bebés
Algunos bebés experimentan regurgitación, que es completamente fisiológica y normal. Esta regurgitación es provocada por el esfínter esofágico inmaduro y tiende a desaparecer a medida que el bebé crece y su sistema digestivo se desarrolla. No es necesario tomar ninguna medida especial, siempre y cuando el bebé esté aumentando de peso adecuadamente y no se muestre incómodo. La regurgitación suele oler a leche normal.
Sin embargo, el reflujo gastroesofágico es diferente y puede causar molestias a los bebés. A partir de las dos semanas de vida, el estómago del bebé produce más ácido, lo que puede provocar una sensación de ardor y malestar en el esófago. Los bebés con reflujo suelen mostrar signos como llanto, rechazo del pecho, dificultad para ganar peso y una sensación incómoda en la boca. La leche regurgitada suele oler más agrio y ácido.
Después de comer, es recomendable mantener al bebé en posición vertical para evitar que el ácido empeore los síntomas. Es importante recordar que el reflujo gastroesofágico tiene tratamiento y es necesario consultar con un pediatra para obtener las recomendaciones adecuadas. El tratamiento suele consistir en medicación antiácida y suele durar alrededor de dos meses.
Para obtener una guía completa sobre el embarazo, la lactancia y el cuidado de los bebés, es recomendable consultar a un pediatra, fisio pediátrico y matrona.
Medicación para el reflujo en bebés
Cuando empezamos a desescalar la medicación, es importante asegurarnos de que el bebé la tolera bien. El pediatra debe descartar alergias o intolerancias en bebés con reflujo. Desde el punto de vista macro nil o fisioterapéutico, se recomienda el porteo y la gracia manual como tratamiento. La terapia manual puede ayudar mucho con las dolencias estomacales, como la regurgitación, el reflujo y el estreñimiento.
Tratamiento de la regurgitación y el reflujo
La regurgitación no necesita tratamiento ya que es un proceso fisiológico y se pasa con el tiempo. Con respecto al reflujo gastroesofágico, es recomendable recibir tratamiento con antiácidos bajo la supervisión de un pediatra o matrona especialista.
Consejos para aliviar los síntomas
Es importante no automedicar al bebé sin seguir la pauta indicada por el pediatra. En cuanto a la posición, es recomendable buscar posiciones más verticales como el caballito o el amamantamiento biológico para evitar posiciones tumbadas. En el caso de alimentarse con biberón, es mejor que esté sentado y ligeramente inclinado en lugar de estar completamente tumbado. Después de la toma, también es beneficioso mantener al bebé en posición vertical.
Una alternativa para la hora de dormir es inclinar ligeramente la cuna utilizando una cuña o colocando debajo un par de cuentos o una guía telefónica. Esto favorecerá la digestión y evitará que el contenido se mueva hacia arriba debido a la gravedad.
Es importante no limitar las tomas y evitar el mito de que el bebé regurgita porque se le da demasiado de comer. El truco está en darle la cantidad que necesite en cada toma, a intervalos más cortos. Esto ayudará a que el bebé se sienta saciado y evitará que se pegue.
La importancia de una alimentación adecuada durante el embarazo
El atracón del siglo en esa toma, porque está súper hambriento, va a comer más rápido, va a tener mayor cantidad y vamos a conseguir el efecto contrario. Precisamente, ocurre lo mismo cuando estamos embarazadas y sentimos ese ardor o este reflujo. Os aconsejamos comer menos cantidad repartida en más veces al día. No os aconsejamos comidas copiosas tres veces al día. Con los niños, ocurre exactamente lo mismo.
Además, si limitamos las tomas del bebé, no solamente estamos ocasionando un flaco favor al niño, sino que nuestra producción de leche va a disminuir considerablemente. Debemos considerar que coma menos y también su peso se vea afectado.
La importancia de la alimentación para la lactancia
Una vez más, recordaros que estamos a vuestra entera disposición en Babies Sweet, vía presencial o vía online, para que nuestro equipo de pediatras, matronas y fisioterapeutas pediátricas pueda echarnos una mano. También es importante que, en caso de que nuestro bebé vomite, estéis atentas. Y que el bebé no muestre sudoración, palidez, ojeras o que esté debilucho, ya que esto podría ser leve realmente o tener un cuadro vírico o tener vómitos o diarrea. Es importante aprender a distinguir los vómitos del reflujo gastroesofágico.
Espero que gracias a este vídeo lo hayáis entendido todo fenomenal y haya ayudado. ¡Nos vemos el próximo jueves en el mismo sitio y a la misma hora! No olvidéis dejarnos vuestro feedback y comentarios aquí abajo. ¡Ser muy felices!