puede ir a la piscina un niño con bronquitis

Qué debes saber antes de sumergirte en el agua con un resfriado o gripe

El verano es una época ideal para disfrutar de actividades acuáticas como nadar en la piscina o el mar. Sin embargo, ¿qué pasa si estamos resfriados, con gripe o tos? ¿Es recomendable bañarse en la piscina o ir a la playa? ¿Y qué sucede si un niño con fiebre decide darse un chapuzón? Estas son preguntas frecuentes que surgen al enfrentarse a una situación de enfermedad y recreación acuática. En este artículo, analizaremos los efectos de sumergirse en el agua cuando se está enfermo, especialmente en casos de bronquitis, tos, catarro o fiebre en niños. ¿Es bueno o malo hacerlo? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

Efectos del resfriado en el baño en piscina

El invierno está aquí y con él, llegan los resfriados y gripes que afectan a muchas personas. Una de las actividades que más se disfrutan durante esta época es el baño en la piscina, pero ¿qué pasa cuando tienes un resfriado y decides entrar al agua?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, el resfriado es una enfermedad contagiosa que se transmite a través de gotitas respiratorias en el aire o por contacto con objetos contaminados. Esto significa que si tienes un resfriado, puedes contagiar a otras personas incluso en una piscina. Por lo tanto, es importante ser conscientes de nuestra condición y no exponer a los demás a posibles contagios.

Pero además del riesgo de contagio, entrar al agua con un resfriado puede tener efectos negativos en nuestro organismo. Al estar en un ambiente húmedo y frío, nuestro sistema respiratorio se ve afectado y nos sentimos más congestionados, lo que puede empeorar los síntomas del resfriado.

Otro efecto negativo del baño en la piscina con un resfriado es el aumento de la fatiga. Nuestro cuerpo ya está luchando contra el virus del resfriado y entrar al agua, que suele estar a una temperatura más baja que la temperatura corporal, puede hacer que nos sintamos aún más cansados y debilitados.

Por otro lado, el cloro presente en el agua de la piscina puede irritar aún más las vías respiratorias y agravar la tos y la congestión nasal. Además, el cloro también puede dañar los ojos y la piel, que en esta época del año ya están expuestos a la sequedad y al frío.

Por estas razones, es recomendable evitar entrar al agua si tienes un resfriado. No solo por tu bienestar, sino también por el de las personas que te rodean. En lugar de eso, es mejor descansar y recuperarte en casa para poder disfrutar de la piscine cuando te hayas recuperado por completo.

Recomendaciones para nadar con gripe

La natación es un deporte muy beneficioso para la salud, pero ¿qué pasa cuando nos encontramos enfermos de gripe pero no queremos dejar de asistir a nuestra clase de natación? A continuación, te damos algunas recomendaciones para nadar con gripe, siempre y cuando tu estado de salud te lo permita.

  • Consulta a tu médico: Antes de decidir si puedes o no ir a nadar con gripe, es importante que consultes con tu médico. Él podrá valorar tu estado de salud y determinar si es seguro para ti practicar natación en ese momento.
  • Mantente hidratado: Cuando tenemos gripe, nuestro cuerpo pierde más líquido de lo normal, por lo que es importante que te mantengas bien hidratado antes, durante y después de nadar. En estos casos, es recomendable beber agua o alguna bebida con electrolitos para reponer los nutrientes perdidos.
  • Usa tapones para los oídos: La gripe también puede afectar a nuestras vías respiratorias, lo que puede provocar una mayor sensibilidad en los oídos. Para evitar molestias o infecciones en los oídos, es recomendable utilizar tapones a la hora de nadar.
  • Evita el contacto con otros nadadores: Si decides ir a nadar con gripe, es importante que evites el contacto cercano con otros nadadores. De esta manera, estarás reduciendo las posibilidades de contagiar a otras personas.
  • Descansa si te sientes cansado: La gripe puede causar fatiga y debilidad en nuestro cuerpo, por lo que si te sientes muy cansado durante la sesión de natación, es mejor que descanses y te recuperes adecuadamente.
  • Recuerda que la gripe es una enfermedad muy contagiosa, por lo que es importante que respetes tu salud y la de los demás. Si tu cuerpo te lo pide, es mejor que descanses en casa hasta que te hayas recuperado por completo antes de volver a nadar.

    Sin embargo, lo mejor es esperar hasta estar completamente recuperado para volver a disfrutar de la natación al máximo.

    Cómo prevenir contagios en la playa con tos

    La playa es uno de los lugares más concurridos durante el verano, donde las personas buscan relajarse y divertirse. Sin embargo, con la presencia de la tos en el aire, es importante tomar medidas de prevención para evitar contagios y mantener un ambiente saludable en la playa.

    ¿Qué es la tos y cómo se propaga?

    La tos es un acto reflejo del cuerpo para expulsar sustancias irritantes o mucosidad de las vías respiratorias. Su propagación se da a través de las gotículas que se expulsan al toser, estornudar o hablar, y pueden permanecer en el aire durante varios minutos antes de caer al suelo.

    Medidas a tomar para prevenir contagios

    • Usar mascarilla: Aunque estemos en un ambiente al aire libre como la playa, es importante usar mascarilla para evitar la propagación de la tos.
    • Mantener una distancia adecuada: Procuremos mantener al menos 2 metros de distancia entre las personas que no pertenecen a nuestro grupo.
    • Lavado de manos frecuente: Lavarnos las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos ayuda a eliminar las partículas de tos que puedan haber quedado en nuestras manos.
    • Evitar compartir objetos personales: La tos puede propagarse a través de objetos que hayan sido manipulados por una persona enferma. Procuremos no compartir toallas, botellas de agua u otros objetos personales en la playa.
    • Otras recomendaciones

      Además de las medidas de prevención mencionadas anteriormente, es importante también tener en cuenta otras acciones que pueden ayudar a prevenir contagios en la playa con tos:

      • Evitar tocarse la cara.
      • Limpiar y desinfectar superficies que puedan ser compartidas, como mesas o asientos.
      • No asistir a la playa si presentamos síntomas de tos o resfriado.
      • Llevar pañuelos desechables para cubrirse al toser o estornudar.
      • Tomando estas medidas de prevención, podemos disfrutar de un día en la playa de forma segura y ser responsables con nuestra salud y la de los demás. Recuerda, la tos es un síntoma que debe ser tratado con seriedad y precaución en todo momento.

        Precauciones al meterse a la piscina con fiebre en niños

        La fiebre es una respuesta natural del cuerpo a una infección y es común que los niños la presenten durante su crecimiento. Sin embargo, ¿qué pasa si tu hijo tiene fiebre y quieres llevarlo a nadar en la piscina? A continuación, te mencionamos algunas precauciones importantes que debes tener en cuenta antes de permitir que tu hijo se meta a la piscina:

        • Lo primero y más importante es consultar con un médico antes de llevar a tu hijo a nadar si tiene fiebre. Dependerá de la gravedad de la enfermedad que determine si es seguro o no. Nunca debes ignorar la fiebre de tu hijo y exponerlo a un esfuerzo físico intenso en la piscina.
        • En caso de que el médico haya dado el ok para nadar, es importante tener en cuenta que la temperatura del agua debe ser templada, no muy fría ni muy caliente, para evitar que el niño se resfríe o empeore su condición. Además, no deben permanecer mucho tiempo en la piscina, ya que el cuerpo del niño está luchando contra una infección y necesita descansar para recuperarse.
        • Otra precaución importante es mantener una buena higiene en la piscina, ya que un niño con fiebre está más propenso a contraer una infección adicional. Asegúrate de que la piscina esté limpia y que todos los niños se hayan duchado antes de entrar al agua.
        • Aunque puede ser tentador llevar a tu hijo a nadar para aliviar la fiebre y la incomodidad, la salud y el bienestar de tu hijo deben ser tu prioridad. Con estas precauciones en mente, podrás tomar una decisión informada y segura sobre si tu hijo puede o no nadar en la piscina con fiebre.

          Recuerda que la salud de tu hijo siempre está en manos de un profesional, por lo que es importante seguir las recomendaciones del médico y estar atento a cualquier cambio en su condición. No te arriesgues y espera a que tu hijo esté completamente recuperado antes de volver a la piscina.

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