¿Cómo lograr que los niños consuman frutas a pesar de que no les gusten?
¿Qué hacer si tu bebé rechaza la fruta?Hola a todos, soy Mónica, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos. Dentro de la introducción de la alimentación complementaria, uno de los primeros alimentos que se suelen introducir son las frutas. Sin embargo, hay muchos bebés que rechazan el consumo de fruta. En este artículo, vamos a ver varios casos y qué hacer si tu bebé rechaza la fruta.
La importancia de la introducción de las frutas
Las frutas son uno de los primeros alimentos que se deben introducir en la alimentación complementaria, junto con las verduras y los cereales sin gluten. Es importante ir habituando a los bebés a nuevos sabores y texturas, aunque al principio puede causar cierto rechazo debido al cambio brusco en el sabor dulce de la leche.
Es normal que al principio los bebés coman pocas cantidades y vayan aceptando la fruta de forma progresiva. Algunos bebés disfrutan mucho de las papillas de frutas y se acaban encantando con ellas como parte de su alimentación.
¿Qué hacer si tu bebé deja de comer fruta?
Hay casos en los que, después de haber introducido y aceptado las frutas, el bebé decide de repente que no quiere comer más. Es importante estar atentos a las señales que nos muestra el bebé, como cerrar la boca, protestar e incluso llorar si le forzamos a comer la fruta.
Este cambio repentino puede indicar que algo está ocurriendo en su sistema digestivo, como la aparición de los dientes. El nacimiento de los dientes puede provocar dolor y aumentar la sensibilidad de las encías, lo que hace que el bebé rechace ciertos alimentos, especialmente si son ácidos.
En estos casos, es importante brindar alivio al bebé ofreciendo alimentos más suaves o enfriados para calmar el dolor de las encías. También se puede optar por dar masajes suaves en las encías con una gasa limpia o utilizar mordedores refrigerados que ayuden a aliviar las molestias.
Recuerda que cada bebé es único y puede tener sus propias preferencias y reacciones. Observa a tu bebé y consulta siempre con su pediatra si tienes dudas o preocupaciones acerca de su alimentación.
La dentición y el rechazo a la fruta
Durante la dentición, es común que los niños rechacen el consumo de fruta o alimentos que les provoquen dolor en la boca.
Este rechazo es temporal y podemos omitir darles fruta ese día, ofreciéndoles alternativas como yogur que ayudará a calmar el malestar.
En algunos casos, durante la dentición, los niños pueden presentar llagas, aftas u otros problemas en la mucosa de la boca.
Esto puede resultar doloroso y hacer que rechacen los purés de frutas.
Es importante recordar que nosotros también podemos experimentar sensaciones desagradables y dolorosas ante heridas en la boca.
Si nuestro bebé tiene llagas o heridas en la boca, es comprensible que rechace la fruta.
Además, si experimentan problemas digestivos o intolerancia a la fructosa, el consumo de fruta puede causarles dolor.
Nuestros bebés pueden asociar el consumo de fruta con malestar y rechazarla para evitar el dolor.
Cómo abordar el rechazo a la fruta
En estos casos, se recomienda retirar o limitar el consumo de fruta hasta que mejore el estado de salud del bebé.
Podemos sustituir las frutas por otros alimentos que no les provoquen dolor o malestar.
Si un bebé muestra desde el principio un rechazo constante a la fruta, debemos introducir gradualmente diferentes tipos de purés y frutas para acostumbrar su paladar.
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Introducción de frutas en la dieta del bebé
Tanto debemos armarnos de paciencia, y es posible que tardemos un período de tiempo más o menos largo en conseguir que los niños se vayan habituando al consumo de frutas. Podemos empezar por frutas más dulces, como por ejemplo el plátano, y después ir introduciendo o mezclando alguna pequeña cantidad de otras frutas para ir incorporando nuevos sabores. Sin embargo, es muy habitual que las primeras veces los bebés rechacen ese consumo de fruta. Si se va alargando en el tiempo, nos va a limitar todo aquello que le podamos ofrecer. Debemos encontrar estrategias para tratar de introducir la fruta en la dieta del bebé sin que exista una contraindicación que nos impida su consumo.
Educación adecuada del paladar
Otro problema que podemos estar ocasionando también los padres en la dieta de nuestros hijos en relación a la fruta es no educarles adecuadamente el paladar. Hay veces que tratamos de que las papillas de frutas o esos purés de frutas iniciales sean siempre dulces, es decir, ponemos mucho plátano y muy poquito de otras frutas. A largo plazo, esto nos va a dificultar que el niño tenga un consumo variado de fruta. Por lo tanto, los padres también somos responsables de esa educación nutricional, sobre todo en cuanto a los sabores, desde que el bebé es pequeño.
Preferencias individuales de los bebés
Una vez que ya hemos comenzado y el bebé acepta las frutas, es normal que tenga un mayor gusto y apetencia por algunos sabores y menos por otros. Detectar estas preferencias no es un problema, simplemente retiramos esa fruta que no le gusta y seguimos con el resto. Más adelante, podemos volver a introducirla. Además, el bebé también nos va a manifestar su gusto en las papillas de frutas. Puede ser que alguna combinación de sabores no le resulte muy agradable, por lo que es importante estar atentos a sus reacciones y ajustar la alimentación en consecuencia.
No forzar la alimentación
Al igual que en otras comidas, no debemos forzar a los bebés a que coman. Si un día rechazan la papilla de frutas, no pasa nada. Sobre todo, si al día siguiente la están consumiendo normalmente. Es mejor que coman a gusto las cucharadas que deseen, que estemos forzándolos o entreteniéndolos.
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La alimentación de un bebé es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta durante su crecimiento. En este artículo, te daremos algunos consejos para que puedas asegurarte de que tu bebé está comiendo lo suficiente.
La importancia de regular el apetito
Es importante recordar que los bebés son capaces de regular su propio apetito. Puede ser que un día coman más cantidad y al día siguiente menos, y esto está dentro de lo normal. Por lo tanto, es fundamental respetar las señales de hambre y saciedad que el bebé nos esté dando.
Es común que los padres quieran que sus hijos se terminen todos los alimentos que les ofrecen. Sin embargo, esto puede llevar a forzarlos a comer más de lo que necesitan. Es necesario respetar la cantidad que el bebé está dispuesto a comer de cada alimento.
Introducción gradual de los alimentos
Cuando se empieza a introducir alimentos sólidos en la dieta de un bebé, es importante hacerlo de manera gradual. Esto permite que el bebé se vaya acostumbrando a los nuevos sabores y texturas. Además, facilita la identificación de posibles alergias o intolerancias alimentarias.
Los bebés pueden tener más hambre o menos hambre en cada comida, y esto es normal. Por lo tanto, es importante seguir su ritmo y respetar sus señales de saciedad. No se debe forzar a un bebé a comer más de lo que quiere.
Consejos para una alimentación saludable
Es importante asegurarse de que la alimentación del bebé sea variada y equilibrada. Esto implica ofrecer diferentes tipos de alimentos, tanto de origen vegetal como animal. Además, se debe evitar añadir sal, azúcar u otros condimentos en exceso.
Recuerda que la leche materna o la fórmula seguirán siendo la principal fuente de nutrición del bebé hasta los 6 meses. A partir de esa edad, se pueden ir introduciendo alimentos sólidos de manera incremental, siempre siguiendo las indicaciones del pediatra.
Conclusiones
Se debe respetar su capacidad de regular el apetito y seguir sus señales de hambre y saciedad. La introducción gradual de alimentos sólidos y una alimentación variada y equilibrada son fundamentales para asegurar una buena nutrición.
Recuerda siempre consultar con un profesional de la salud en caso de dudas o preocupaciones con respecto a la alimentación de tu bebé.