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Los beneficios de evitar los lácteos y la leche para una salud óptima

Alimentos controversiales: los lácteos

Existen muchos alimentos que generan polémica en cuanto a su beneficio para nuestra salud. Uno de esos grupos es el de los lácteos. En este artículo, exploraremos qué sucede en nuestro cuerpo cuando consumimos lácteos, quiénes deberían consumirlos y quiénes no, con una perspectiva objetiva.

Factores que determinan si un alimento es saludable

Para determinar si un alimento es saludable o no, debemos considerar varias cosas. En primer lugar, las posibles alergias o sensibilidades que podamos tener hacia ese alimento y cómo afectan a nuestro sistema inmunológico. También debemos tener en cuenta las sustancias tóxicas o potencialmente dañinas que pueden estar presentes en ese alimento, así como su efecto en nuestra flora bacteriana. Además, la composición nutricional del alimento, incluyendo vitaminas y minerales, es importante. Por último, factores como creencias religiosas o éticas también pueden influir en nuestra decisión de consumir un determinado alimento.

La respuesta no es tan simple

Es importante tener en cuenta que no existe una única respuesta a la pregunta de si debemos o no consumir lácteos. Cada individuo es único y puede tener distintas necesidades y reacciones a los alimentos. Además, los factores mencionados anteriormente aplican no solo a los lácteos, sino a todos los alimentos. No existe una dieta ideal universal.

Alergias, sensibilidades y nuestro sistema inmunológico

El primer factor a considerar es la posibilidad de alergias o sensibilidades hacia los lácteos y cómo esto afecta a nuestro sistema inmunológico. De niños, consumimos leche materna, que es superior a la leche de fórmula en términos nutritivos. Sin embargo, a medida que crecemos, perdemos la capacidad de digerir correctamente la lactosa, el azúcar presente en la leche. Este cambio genético es común en todos los mamíferos. Aunque algunas personas pueden tolerar la lactosa, hay quienes desarrollan intolerancia a los lácteos a medida que envejecen.

El consumo de lácteos a lo largo de la historia

Si bien el ser humano ha consumido lácteos durante los últimos 10,000 años, esto no significa que sea necesario o saludable para todos. El consumo de lácteos varía en diferentes partes del mundo, y en aquellos lugares con mayor consumo, algunas personas han desarrollado cierta capacidad para digerirlos. No obstante, sigue siendo un porcentaje pequeño de la población mundial.

La intolerancia a la lactosa y sus síntomas

Debes saber que la lactosa es el azúcar de la leche. Cuando perdemos la capacidad de digerirla correctamente, comenzamos a tener síntomas de intolerancia a la lactosa. Esto sucede porque a medida que crecemos, vamos perdiendo la lactasa, que es la enzima encargada de hacer esa digestión. La capacidad de tolerar y digerir correctamente la lactosa depende de nuestros orígenes genéticos. Por ejemplo, en Asia, la mayoría de la población tiene intolerancia a la lactosa. Sin embargo, en países como Rusia y los países nórdicos, donde históricamente se ha consumido más lácteos, la intolerancia es menor. Si no eres de esos países, la probabilidad de que no puedas digerir correctamente la lactosa es muy elevada. Por lo tanto, si vas a consumir lácteos, te recomendaría que al menos no tengan lactosa.

Síntomas de intolerancia a la lactosa

Para entender cómo nos afecta la lactosa, debemos saber qué síntomas presentamos cuando la consumimos y no podemos digerirla correctamente. Podemos experimentar mayores niveles de mucosidad, distensión abdominal, gases y la necesidad de ir al baño relativamente rápido debido a la diarrea. Ahora entenderás por qué el consumo de lácteos depende de factores genéticos y nuestro sistema inmunológico.

Importancia de la flora intestinal

Nuestra dieta no solo debe tener en cuenta los nutrientes que necesitamos, sino también aquellos que nuestra flora intestinal necesita. Esto es fundamental para evitar el desarrollo de una flora no deseada y las enfermedades crónicas asociadas. Al ser la lactosa un azúcar, muchos microorganismos en nuestro sistema digestivo pueden desarrollarse en exceso cuando consumimos grandes cantidades de azúcares. Esto ocurre especialmente si consumimos carbohidratos refinados o en menor medida, lácteos. Además, los azúcares como la lactosa son fermentados por nuestras bacterias intestinales, lo cual puede ser un problema si tenemos un exceso de bacterias fermentadoras. Esta situación empeora cuando no toleramos bien las verduras, las coles o los azúcares.

La importancia de elegir lácteos adecuados

No todos los lácteos son iguales. Como recomendación, es mejor consumir lácteos sin lactosa. Cuando los lácteos fermentan y se desarrollan bacterias, como en el caso del yogur, se vuelven más beneficiosos para nuestra flora intestinal. En futuros videos, exploraremos más a fondo cómo nuestra salud y alimentación pueden influir en nuestra materia fecal y en nuestra flora bacteriana.

El impacto de los lácteos en la salud

Los lácteos son productos que contienen bacterias que utilizan los azúcares, como la lactosa, como fuente de energía. A mayor fermentación, menor cantidad de lactosa tendrá el producto final. Por lo tanto, un queso de vaca de pastura libre tendrá menos lactosa y un impacto negativo menor en tu salud que una leche industrial descremada. Además de la lactosa, existen otras intolerancias a los lácteos, como la intolerancia a la caseína, una proteína presente en los lácteos que puede generar una respuesta inmune inflamatoria en nuestro cuerpo.

El problema del moho y las micotoxinas

El moho y las micotoxinas presentes en muchos quesos pueden desarrollar problemas respiratorios, como el asma. Por lo tanto, no es recomendable consumir alimentos que contengan toxinas intencionalmente. Es común encontrar toxinas debido al desarrollo de moho en muchos quesos, incluso de forma intencionada. Es importante tener en cuenta el impacto que el moho puede tener en nuestro sistema respiratorio para entender los riesgos asociados.

El aumento de la mucosidad

El consumo de lácteos puede contribuir al aumento del desarrollo de mucosidad en nuestro sistema respiratorio. Esto limita nuestra capacidad de respirar correctamente y nos hace más propensos a infecciones. Las personas que producen una mayor cantidad de moco de lo normal suelen experimentar más problemas respiratorios. Por lo tanto, es importante tener en cuenta los efectos que los lácteos pueden tener en nuestro sistema respiratorio.

Leche descremada vs leche entera

En cuanto al consumo de leche descremada o leche entera, se pensaba que la leche descremada era mejor por su contenido reducido de grasas saturadas. Sin embargo, actualmente sabemos que las grasas saturadas no tienen la implicancia cardiovascular que se creía hace 20 años. Además, al consumir leche descremada se pierden muchos nutrientes, como la vitamina D. Se ha demostrado que los lácteos son una buena fuente de vitamina D, y al eliminar la grasa de la leche, también se pierde esta vitamina. Por lo tanto, consumir leche descremada puede implicar una pérdida de beneficios y nutrientes importantes.

¿Por qué consumir lácteos?

Si quieres mantener tus valores de vitamina D, hay maneras más eficientes y efectivas que consumir lácteos. Algunas mejores fuentes incluyen hongos, hígado de animal y tomar sol.

¿De dónde saco el calcio si no consumo lácteos?

La naturaleza está llena de fuentes de calcio, como verduras y semillas, que son mucho más utilizables por nuestro cuerpo que los provenientes de la leche. Algunos estudios incluso han demostrado que a mayor consumo de lácteos, mayor es el riesgo de osteoporosis. Además, los lácteos pueden generar inflamación y aumentar las chances de enfermedades autoinmunes debido a la alteración del pH en el cuerpo. En general, no se recomienda el consumo de lácteos, pero si decides hacerlo, trata de elegir los menos problemáticos.

¿Y qué sucede con el yogur?

El yogur puede ser saludable si se fabrica en condiciones especiales y sin agregar azúcares o conservantes, pero en la mayoría de los casos no es así. Aunque lo hagas en casa, no tendrás control sobre la materia prima utilizada. Por lo tanto, es importante determinar si realmente quieres consumir lácteos y, en caso de hacerlo, elegir los menos problemáticos. Si tienes alguna alteración hormonal, como niveles alterados de prolactina, estrógeno o testosterona, se recomienda evitar el consumo de lácteos.

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