Guía completa del sueño infantil: Ventanas de sueño y siestas recomendadas
Horarios y ventanas de sueño para bebés*Entrando un poquito en lo que comentabas de su horarios, ventanas de sueño: a él, a la tabla famosa del videograma le veo como una de sus tablas súper interesantes. Tras eso, la tendríais que tener siempre al ladito, no para mí, sino para ir explicando, porque aquí es donde se ven las necesidades de sueño. Vamos, lo voy diciendo.
A rasgos generales, un bebé de seis meses necesita unas 34 horas de sueño diurno y unas 11 horas de sueño nocturno. Su ventana de sueño es aproximadamente de dos horas y media a tres, lo que quiere decir que cada dos horas y media a tres tiene que dormir. Si repartimos esas trece horas del día cada dos horas y media a tres, nos salen tres siestas.
Por ejemplo, un bebé de seis meses tiene que hacer más o menos tres siestas cada dos horas y media a tres. En total, esas y éstas tienen que sumar unas tres horitas más o menos. No sé si están haciendo eso bien.
Luego ya está la transición a dos siestas que ocurre entre los siete u ocho meses. Con ocho meses, lo normal es que hagan dos siestas cada tres horas o tres horas y media. Repartimos las 13 horas del día cada tres horas o tres horas y media, o incluso un poquito más.
Una vez llegan al año, algunos niños hacen esa transición de dos a una siesta, mientras que otros pueden hacerlo hasta los 15 meses aproximadamente. A partir de esa edad, los niños ya están capacitados para aguantar 4-5 horas despiertos desde que se despiertan por la mañana hasta la hora de ir a dormir.
Es súper importante que, en función de la edad del bebé, intentemos respetar las siestas que tienen que hacer y las ventanas de sueño. Un niño descansado porque ha dormido bien llega a la noche con sueño, pero no irritable ni hiperactivo por no haber dormido. Esto hace que también duerma mejor por la noche.
Importancia de las siestas para los bebés
Una de las creencias falsas más comunes es pensar que hacer la siesta cansa mucho y dificulta el sueño por la noche. Sin embargo, esto es un mito y es importante desmentirlo.
Es cierto que el cuerpo va produciendo cortisol, una hormona que mantiene a los bebés activos durante el día. Pero llegada la noche, es fundamental respetar los horarios y las rutinas del sueño para facilitar el descanso.
Además, debemos tener en cuenta que existen dos hormonas principales que regulan el sueño: la melatonina y el cortisol. La melatonina se produce cuando oscurece, por lo que es importante bajar la luz y reducir la actividad antes de acostarse. Por otro lado, el cortisol es la hormona que nos mantiene alerta y despiertos, por lo que debemos evitar su producción en exceso durante la noche.
Un dato interesante es que los bebés no empiezan a producir melatonina hasta los 4 o 5 meses, por lo que no saben diferenciar el día y la noche. Por tanto, es fundamental enseñarles a distinguirlos a través de la oscuridad durante la noche y la luz durante las siestas, hasta que su reloj biológico se ajuste.
El sueño y las siestas son fundamentales para el desarrollo y descanso de los bebés. Por ello, es importante establecer una rutina adecuada que incluya momentos de descanso durante el día. Así, estarán más tranquilos y podrán conciliar el sueño más fácilmente por la noche. Recuerda que su bienestar depende de una correcta gestión del sueño y las siestas.
Consejos para favorecer las siestas
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para facilitar las siestas de tu bebé:
- Mantén una rutina diaria con horarios establecidos para las siestas.
- Asegúrate de que el ambiente sea tranquilo y seguro para que el bebé se sienta cómodo.
- Procura que la habitación esté oscura y a una temperatura agradable.
- Utiliza insonorización si es necesario para evitar ruidos externos que puedan distraer al bebé.
- Implementa rituales de relajación, como una canción o un masaje suave, para ayudar al bebé a tranquilizarse antes de dormir.
- Evita estimulantes como dispositivos electrónicos antes de la siesta, ya que pueden dificultar el sueño.
Recuerda que cada bebé es diferente, por lo que es importante adaptar estas recomendaciones a sus necesidades y preferencias. Lo más importante es ofrecerles un entorno propicio para el descanso y estar atentos a sus señales para saber cuándo necesitan una siesta.