Signos de alerta en el desarrollo del bebé de 12 a 24 meses
Desarrollo motorEn cuanto al desarrollo motor, es importante observar si aparecen movimientos que nos parecen anormales o involuntarios. Los movimientos estereotipados, que se dan de forma repetitiva y sin un propósito final, pueden ser una señal de alerta. Por ejemplo, el balanceo o el aleteo de manos. Si notamos algo inusual, es recomendable grabarlo y consultarlo con el pediatra.
No es normal que un niño no camine sin ayuda a los 18 meses. Sin embargo, hay que tener en cuenta en qué punto está su desarrollo. No es lo mismo un niño que se apoya en muebles para caminar que un niño que todavía no puede levantarse solo del suelo. Si nos preocupa el tema, podemos consultar con un fisioterapeuta especializado en desarrollo infantil.
Desarrollo social y afectivo
En cuanto al desarrollo social y afectivo, es importante observar si el bebé muestra señales de sociabilidad y empatía. A partir de los 12 meses, el bebé debería ser capaz de responder a su nombre y mostrar interés por interactuar con otras personas. Si notamos una falta de interés en el contacto visual, la sonrisa social o el juego compartido, es recomendable consultarlo con el pediatra.
No es normal que a los 18 meses aún no sean capaces de apilar dos cubos ni que utilicen siempre la misma mano. A los dos años, deberían ser capaces de correr y chutar una pelota. Si no lo hacen, puede ser una señal de alerta.
Desarrollo del lenguaje
A partir de los 12 meses, el bebé comienza a desarrollar su lenguaje de manera explosiva. Es importante observar si el bebé muestra avances en su capacidad de comunicación verbal y no verbal. Si no se producen avances significativos en la comprensión y producción del lenguaje a partir de los dos años, es recomendable consultar con un especialista en lenguaje y comunicación.
No es normal que a los dos años los bebés utilicen objetos de manera estereotipada a la hora de jugar. Esto puede ser un indicador de dificultades en el desarrollo social y afectivo.
Si notamos señales de alarma en el desarrollo motor, social, afectivo o del lenguaje, es recomendable consultarlo con un profesional para evaluar si es necesario intervenir y brindar el apoyo adecuado al bebé.
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Sin subtítulos.
Hacer un uso estereotipado de un juguete puede afectar el desarrollo neurológico de los niños. Es importante observar cómo juegan para detectar posibles signos de trastorno del espectro autista. En este video, profundizaremos en este tema.
El desarrollo social y afectivo es crucial entre los 12 y 24 meses. A esta edad, es importante estar atentos a los signos de alerta que puedan indicar dificultades en esta área.
Algunos de estos signos son la falta de intencionalidad interactiva y reciprocidad. La intencionalidad interactiva se refiere a la voluntad del niño de compartir su interés o preocupación con los cuidadores. La reciprocidad implica que el niño preste atención cuando sus cuidadores intenten captar su atención.
A los 12 meses, es preocupante que el niño no imite gestos que está viendo. Además, a los 16 meses, puede ser una señal de alarma si el niño cambia constantemente de una acción a otra sin mantener su atención durante más de unos segundos.
Es importante valorar todos los signos de alarma en conjunto, ya que algunos comportamientos pueden ser normales a esa edad. Si no hay otros signos de alarma en la lista, es probable que no haya ningún problema real.
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A los 18 meses se da un momento clave en el desarrollo social del niño o niña. Durante esta etapa, existen varios signos de alerta que los padres deben tener en cuenta:
Reconocimiento de sí mismo
Uno de los primeros signos de alerta es que el niño no sea capaz de reconocerse en el espejo. Esto puede evidenciar dificultades en el desarrollo mental y emocional.
Expresión de emociones e ideas
Otro signo de alerta es cuando el niño no es capaz de expresar sus emociones o ideas. Este aspecto está relacionado con el mundo mental del niño, más allá del mundo físico. Aunque en esta etapa las expresiones serán bastante primarias, son un indicativo de la representación mental.
Juego simbólico
El juego simbólico es un aspecto importante del desarrollo social y cognitivo en los niños. Aparece alrededor de los 15 meses y es un signo de alerta si no se manifiesta antes de los 24 meses. En el juego simbólico, los niños utilizan objetos para atribuirles propiedades que no tienen en la realidad, mediante el uso de su imaginación.
Ejemplo: El niño puede jugar a tomar un té utilizando una taza y una tetera de juguete, aunque no haya té real en ellos. El juego simbólico también implica utilizar muñecos como si fueran personas, hablar por teléfono imaginario, entre otros ejemplos.
Interacción con los demás
A los 24 meses, es importante estar alerta si el niño muestra falta de interés por las demás personas, especialmente los niños de su edad. Si tiende a aislarse en la escuela infantil o en el parque, podría indicar un problema en su desarrollo.
Además, la ausencia de comportamientos de atención conjunta también es motivo de preocupación. Esto se refiere a la capacidad del niño para compartir su atención e interés con sus cuidadores hacia un mismo suceso.
Atención conjunta: la importancia de compartir intereses
La atención conjunta es la capacidad de un bebé de compartir su interés con los demás, especialmente con sus padres. Por ejemplo, cuando un bebé ve a un perro, puede mirar hacia su madre para ver qué reacción tiene su cara y si ella también está buscando compartir su interés. Esto también ocurre en el sentido opuesto, cuando el padre señala un coche, el bebé no se queda mirando al padre, sino que mira hacia dónde señala su dedo y hacia donde miran los ojos del padre. Todo esto es atención conjunta y es un hito importante en el desarrollo del bebé.
La atención conjunta es crucial en el desarrollo del bebé. Si un bebé no tuviera esta capacidad, iría corriendo hacia el perro sin compartir su interés con la madre, o se quedaría mirando al padre sin entender que tiene que mirar en la misma dirección que él. Además, es importante destacar que si un niño de dos años tiene rutinas o rituales muy rígidos y reacciona con gran irritabilidad cuando se intenta cambiar, esto también puede ser un signo de atención conjunta limitada. Sin embargo, debemos valorar si hay otros signos de alerta antes de preocuparnos.
Lenguaje y capacidad de comunicación
En cuanto al lenguaje y la capacidad de comunicación, cada niño va a su ritmo. Algunos pueden empezar a hablar a partir de los 18 meses, mientras que otros no lo harán hasta los 24 meses. Sin embargo, hay signos que nos alertan en el desarrollo del lenguaje.
Por ejemplo:
- Dejar de balbucear a partir de los 12 meses
- No entender órdenes sencillas acompañadas de gestos a los 12 meses
- No poder hacer gestos sencillos para comunicarse a los 12 meses
- No responder al "no" o al "adiós" a los 15 meses
- No usar palabras a los 16 meses
- Solo decir "papá" o "mamá" a los 18 meses y ninguna otra palabra
Es importante tener en cuenta que cada niño es único y puede desarrollar el lenguaje a su propio ritmo. Sin embargo, si notamos alguno de estos signos de alerta, es recomendable consultar con un profesional para evaluar el desarrollo del lenguaje del bebé y asegurarnos de que está alcanzando los hitos adecuados.
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Hablar es una habilidad que se desarrolla en los primeros años de vida. Es normal que los bebés comiencen a balbucear y a emitir sonidos desde muy pequeños. Sin embargo, es importante estar atentos al proceso de desarrollo del lenguaje de nuestros hijos.
A los 12 meses, los bebés deberían ser capaces de decir algunas palabras simples como "mamá" o "papá". También es importante que entiendan algunas palabras y sean capaces de señalar objetos comunes como el agua, el pan o la caca.
A medida que los niños crecen, su lenguaje también debe evolucionar. A los 24 meses, es esperado que empiecen a formar pequeñas frases de dos palabras, como "mamá casa". También es importante que entiendan instrucciones sencillas, sin necesidad de gestos, como "cierra la puerta" o "tráeme la pelota".
Es común que al principio los niños hablen en su propio idioma y no les entendamos. Sin embargo, llegados a los 24 meses, deberíamos ser capaces de entender aproximadamente el 50% de lo que dicen. A medida que se acercan a los tres años, su habla seguirá evolucionando y utilizarán frases con más palabras. A esa edad, deberíamos ser capaces de entender aproximadamente el 75% de lo que dicen.
Cuando los niños llegan a los cuatro años, ya deberíamos ser capaces de entenderlos casi por completo. Es importante destacar que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo del lenguaje. Algunos pueden tardar un poco más en empezar a hablar, pero si no hay signos de alerta en su desarrollo social y afectivo, normalmente no suele haber problemas graves.
Si tienes dudas o ves signos de alerta en el desarrollo del lenguaje de tu hijo, es recomendable que consultes con su pediatra para una evaluación individualizada. En algunos casos, puede ser necesario una derivación a un servicio de atención temprana.
Espero que esta guía completa sobre el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida te haya sido útil. Recuerda suscribirte a nuestro canal para más contenido relacionado con el embarazo, la lactancia y el cuidado de los bebés. ¡Hasta pronto!