Mastitis puerperal: síntomas, diagnóstico, tratamiento y cuidados durante la lactancia
La mastitis por peral es una complicación de la lactancia materna generalmente de origen bacteriano. Ocurre en alrededor del 10 por ciento de las lactancia y el 10 por ciento de las mastitis se pueden complicar con un absceso mamario.
¿Qué es la mastitis?
La mastitis consiste en la inflamación de uno o varios lóbulos mamarios acompañada de una infección. La causa principal y necesaria es la éxtasis de leche, que puede en ocasiones ir seguida de un sobrecrecimiento bacteriano, alterando la microbiota normal de la glándula mamaria.
Tipos de mastitis
Se diferencian principalmente dos tipos de mastitis: aguda y subaguda. En la mastitis aguda, hay una infección de la mama procedente de las mucosas o la piel, favorecida por la presencia de soluciones de continuidad. La mastitis subaguda representa una alteración en la microbiota de la mama, formando un biofilm que genera obstrucción.
Agentes etiológicos
Los staphylococcus y streptococcus son los principales agentes etiológicos para la mastitis aguda y los abscesos. Los staphylococcus aureus son los más frecuentes en la mastitis aguda, mientras que los staphylococcus coagulasa negativos, especialmente el S. epidermidis, son más comunes en las mastitis subagudas.
Factores predisponentes
La mastitis por peral tiene factores predisponentes específicos: la técnica incorrecta de colocación del pecho y la frecuencia de las tomas, que ocasiona un vaciado incompleto de la mama, la presencia de grietas debidas a un agarre incorrecto, que se convierten en una puerta de entrada para los microbios.
La mastitis es la principal causa de destete precoz, por lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y mantenerla mínimo hasta los 2 años. Estas recomendaciones se deben a los beneficios a corto y largo plazo que esta alimentación proporciona.
Factores que predisponen a la obstrucción de los conductos lácteos
En la tabla se pueden observar los factores que predisponen a la obstrucción de los conductos lácteos. Entre ellos se encuentran las tomas poco frecuentes o programadas, el agarre inadecuado con extracción ineficaz e incluso la separación entre la madre y el recién nacido en las primeras 24 horas. También se incluyen factores maternos como las grietas en el pezón, la presencia de Staphylococcus aureus en las fosas nasales y mastitis previa. Otros factores son la disminución de las defensas maternas por partos largos y complicados, alteraciones en la anatomía del pezón y la presión mantenida en el pecho por sujetadores ajustados, el cinturón de seguridad del coche, el estrés o dormir en decúbito prono. Por otra parte, los factores neonatales más importantes son la prematuridad, el frenillo corto y la enfermedad del lactante que cursa con hipotonía. También se deben tener en cuenta la falta de higiene, el uso de chupetes que reemplazan las tomas y el uso de cremas para evitar grietas del pezón que dificultan la adhesión boca-pezón.
Diagnóstico de la mastitis
El diagnóstico de la mastitis es clínico. La mastitis aguda se caracteriza por una mama inflamada con área sensible o dolorosa, caliente y roja, habitualmente unilateral. Puede ir acompañada de sensación de histérica, malestar general, cefalea e incluso fiebre superior a los 38 grados y medio. En el caso del acceso mamario, se puede palpar una masa fluctuante y dolorosa que se acompaña de fiebre y afectación del estado general, y que no mejora con antibioterapia. Por otro lado, la mastitis subaguda suele ser un diagnóstico de exclusión. Se caracteriza por un dolor profundo en la mama durante la toma o incluso después de la misma, que persiste. A veces se puede encontrar una obstrucción con una zona endurecida y dolorosa que se reduce de tamaño tras la toma. No suele haber síntomas generales ni fiebre.
Diagnóstico diferencial de la mastitis
En el diagnóstico diferencial se debe tener en cuenta la congestión mamaria, que se produce en el segundo cuarto día postparto. Está causada por una congestión linfática y vascular con producción de edema intersticial y aumento de la tensión de los galactóforos, y cursa con congestión de la mama y retención láctea. Los síntomas son unas mamas pesadas y dolorosas, suele ser bilateral y se delimita por sí sola, sin fiebre. Se trata con un adecuado vaciamiento del pecho, realizando alimentación a demanda. También es útil la presión inversa suavizante, el calor previo a la toma y el frío local posterior. El objetivo terapéutico es conseguir un adecuado vaciamiento de la mama. Otra posible causa a considerar en el diagnóstico diferencial es la mastitis granulomatosa, que son inflamaciones benignas de la glándula mamaria poco frecuentes pero que pueden confundirse con el carcinoma inflamatorio. Afecta a mujeres en edad fértil y puede ocurrir meses después del parto. Se cree que puede tener una causa autoinmune y bacteriana, como las especies del género Klebsiella.
Mastitis en la lactancia
La mastitis es una inflamación dolorosa en el pecho que puede evolucionar a úlceras y abscesos. Se diagnostica mediante la identificación de la bacteria y la presencia de granulomas en el estudio anatomopatológico. Es importante diferenciarla del cáncer de mama, por lo que se pueden solicitar pruebas adicionales como una eco mamaria o una resonancia nuclear magnética.
Tratamiento de la mastitis
En la mayoría de los casos, la mastitis aguda se puede tratar de forma ambulatoria. Es recomendable no amamantar frecuentemente desde el lado afectado, asegurar el vaciado adecuado del pecho mediante la extracción de la leche restante, masajear el pecho durante la toma y colocar al bebé de forma que se favorezca el drenaje de la zona afectada. Además, se puede aplicar calor antes de la toma y frío después para mejorar el flujo de la leche y aliviar el dolor.
Medicación y ayuda adicional
El paracetamol puede aliviar el dolor y la inflamación en caso de mastitis. Si existen dificultades en la lactancia materna, es recomendable buscar la ayuda de un profesional, como una matrona o una asesora de lactancia, para evitar complicaciones y prolongar la lactancia materna si la paciente lo desea.
Hilo Gloss YA 8: Reposo, hidratación y descanso materno
Hilo Gloss YA 8 es un proceso de cuidado importante durante la lactancia para evitar infecciones mamarias. Se recomienda:
- Descansar y mantener un ritmo adecuado de hidratación.
- Llevar a cabo medidas de higiene, como lavado frecuente de manos.
- Cambiar los discos empapadores con regularidad.
- Esterilizar con frecuencia las conchas y los sacaleches.
Mastitis subagudas: prevención y tratamiento
Las mastitis subagudas son infecciones mamarias que pueden ocurrir durante la lactancia. Además de seguir las medidas de higiene mencionadas anteriormente, se pueden tomar las siguientes medidas:
- Uso de probióticos o lactobacilos para prevenir infecciones.
- En caso de infección, si no mejora en 24 horas o si hay fiebre y malestar general, se puede iniciar la antibioterapia oral.
- La antibioterapia recomendada puede ser Clindamicina, Cefalexina o Cloramfenicol.
Infecciones mamarias graves: tratamiento hospitalario
En caso de infecciones mamarias graves, es posible que se requiera hospitalización y tratamiento endovenoso.
Es importante realizar un cultivo de leche materna antes de iniciar el tratamiento antibiótico hospitalario.
Los antibióticos recomendados para el tratamiento endovenoso son Vancomicina, Cefazolina o Téicoplanina.
Infecciones en portadoras de prótesis mamarias
En el caso de las portadoras de prótesis mamarias, el tratamiento puede variar dependiendo de la gravedad de la infección.
En algunos casos, se puede resolver con tratamiento exclusivamente antibiótico, pero en otros es necesario drenaje y retirada de la prótesis infectada.
El régimen antibiótico recomendado es la asociación de Vancomicina con Piperacilina-Tazobactam.
Acceso mamario: opciones quirúrgicas y aspiración ecoguiada
El acceso mamario puede realizarse mediante un procedimiento quirúrgico o aspiración ecoguiada.
La aspiración ecoguiada es preferible en accesos menores de 5 centímetros y puede requerir una o varias sesiones.
En caso de no obtener respuesta al tratamiento o si hay signos de sepsis, se recomienda consultar a un experto.
La mastitis durante la lactancia es una inflamación de uno o varios lóbulos mamarios que puede estar acompañada de infección. Es más frecuente al inicio de la lactancia y puede ser causada por el estancamiento de la leche y el crecimiento bacteriano.
Causas y agentes causantes
La éxtasis de leche es la causa principal de la mastitis durante la lactancia, seguida de un sobrecrecimiento bacteriano. Los agentes causantes más comunes de la mastitis aguda son Staphylococcus aureus y los estreptococos coagulasa negativos.
Tratamiento conservador
En un inicio, se recomienda un tratamiento conservador que incluye:valorar posición y agarre del bebé por matronas, vaciar frecuentemente el pecho afectado, comenzando cada toma por ese pecho y realizando un masaje drenante. También se pueden utilizar antiinflamatorios, aplicar calor local antes de la toma y frío local después de la toma. Además, es importante extremar la higiene de las manos.
Antibióticos
Si no hay mejoría en 24 horas o hay afectación del estado general, se debe considerar el uso de antibióticos orales como cloxacilina 500 miligramos cada 6 horas. Es necesario realizar un control ambulatorio en 48-72 horas para evaluar la mejoría. Si no hay mejoría, se deben descartar abscesos subyacentes y resistencia a los antibióticos, y se puede considerar la realización de cultivos.
Medidas preventivas
Es importante seguir algunas medidas preventivas para evitar la mastitis durante la lactancia. Se recomienda un adecuado enganche del bebé al pecho para evitar el estancamiento de la leche. También se deben tratar de forma precoz las grietas en el pezón y las obstrucciones. Además, se aconseja evitar ropas ajustadas y cualquier cosa que pueda comprimir la mama. Es fundamental asegurar un adecuado descanso de la madre y mantener una higiene adecuada de las manos y de las personas cercanas a la mama. En mujeres con antecedentes de mastitis durante la lactancia, se ha demostrado que la administración de probióticos en las últimas semanas de gestación disminuye la probabilidad de recurrencia.
Embarazo y lactancia materna
De leche si hay empeoramiento ingreso hospitalario para antibioterapia endovenosa.
En mastitis agudas y accesos recurrentes, descartaremos carcinoma mamario.
Tratamientos y prevención
El tratamiento de accesos incluye drenaje y quirúrgico, así como aspiración ecoguiada.
Como prevención, se recomienda lactancia materna a demanda del bebé y de la madre, uso de ropa holgada, higiene adecuada de manos y educación en lactancia materna.
Compatibilidad con la lactancia materna
Es importante destacar que todos los fármacos anteriormente descritos son compatibles con la lactancia materna.
Espero que os haya gustado.