
Efectos de la sobreestimulación en el desarrollo de los niños: ¿cómo encontrar el equilibrio?
Técnicas de estimulación temprana: ¿son realmente efectivas?Seguro que habéis escuchado hablar de las técnicas de estimulación temprana, ¿verdad? Son unas técnicas de rehabilitación que se aplicaban, en principio, a niños que tenían parálisis cerebral, dificultades de aprendizaje, síndrome de Down o autismo. Sin embargo, estas técnicas rápidamente empezaron a aplicarse a niños que no tenían estos problemas, bajo la promesa de que con ellas, se podía convertir a un niño sano en uno superior. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Vamos a verlo.
Estos métodos de estimulación temprana, que recomiendan aplicar desde el nacimiento o incluso antes, consisten en estimular al bebé o al niño mediante ciertos ejercicios a nivel motor y a nivel cognitivo, para supuestamente fortalecer su cuerpo, desarrollar sus emociones e inteligencia. Sin embargo, ¿qué es lo que pasa?
Pues que nos ha podido demostrar la eficacia de estos métodos en niños que sean sanos. De hecho, hace unos años, tras una demanda judicial por prácticas engañosas, Disney tuvo que devolver a los padres el dinero que habían gastado en sus DVDs de Baby Einstein porque se consideraron falsos los beneficios que prometían para el desarrollo de los niños.
Entonces, ¿quizá tratar a un niño sano con técnicas de rehabilitación que están pensadas para niños con problemas no sea una buena idea? Pero hay gente que piensa, ¿qué mal le puede hacer? Pues quizás sí le puede hacer daño. Para empezar, por someter a ese niño a un estrés innecesario. Estos métodos de estimulación temprana son muy demandantes, tanto para los padres como para los hijos.
Otra consecuencia, por ejemplo, puede ser alejarlo de otras actividades que sí le pueden proporcionar mejores oportunidades de aprendizaje, como por ejemplo, jugar con los amigos o hacer tareas cotidianas con sus padres. Estas cosas sí que le pueden ayudar mucho más.
Vivimos en un contexto muy competitivo, en el que la educación y el desarrollo de los niños se han mercantilizado hasta tal punto de vender a todos los padres que sus hijos pueden convertirse en genios si siguen ciertos métodos. Aquí englobamos la estimulación temprana, los videojuegos o aplicaciones educativas como Baby Einstein o Baby Mozart, entre otras. Todo esto, al final, lleva a una sobreestimulación de los niños.
Estos métodos no cumplen con lo que prometen, sino que muchas veces pueden llegar a tener efectos contraproducentes, como problemas de atención, falta de concentración y, como decíamos, restar tiempo de otras actividades que sí pueden ser más productivas.
Al final, esta competición por ver quién hace qué más pronto acaba llevando a los padres a desesperarse cuando los hijos no cumplen con las expectativas que ellos tienen. Unas expectativas que quizá son desmesuradas y al final pueden acabar etiquetando a su hijo y sometiéndolo a tratamientos que no son para nada necesarios, simplemente porque el niño está perfectamente sano. ¿Vale? Entonces, si no les aplicamos estos métodos, pues fin del problema, ¿verdad? Pues no, porque...
La estimulación temprana y su influencia en la educación de los niños
En la actualidad, la estimulación temprana se ha convertido en un tema muy debatido y de gran interés para padres, profesores y pediatras. Sin embargo, es importante entender que este enfoque va más allá de simplemente realizar ejercicios específicos, ya que implica una filosofía educativa que impacta en toda una generación.
Es común que la infancia sea vista como una etapa en la que los niños son pasivos y frágiles, necesitando una gran cantidad de estímulos para su correcto desarrollo. Esto implica enseñarles a levantar la cabeza a los pocos meses y a caminar al acercarse al año de edad. Sin embargo, ¿qué sucedería si no les brindáramos esta ayuda?
Los programas de estimulación temprana no son necesarios para todos los niños
Es importante entender que las técnicas de estimulación temprana fueron diseñadas inicialmente para la rehabilitación de niños con problemas específicos. No es necesario someter a todos los niños a estos programas, ya que no cuentan con respaldo empírico y son innecesarios.
La importancia del contexto afectivo y la autonomía en el desarrollo infantil
En lugar de centrarnos en la estimulación temprana, es crucial proporcionar a nuestros hijos un contexto afectivo y oportunidades para explorar de manera autónoma. Esto les permitirá crecer y desarrollarse de forma adecuada, sin la necesidad de programas de estimulación temprana.
No es necesario someter a los niños a programas que carecen de respaldo empírico. En su lugar, debemos enfocarnos en brindarles un ambiente seguro y afectivo para que puedan crecer de manera autónoma.