alentando sus siguientes pasos

Los 7 tipos de personas más comunes que encontrarás en un avión

Dale chicos, apúrense, pasen, pasen. Me he dado cuenta de que siempre llegamos tarde a todos lados. Por tu culpa, no. ¿Por qué por mi culpa? Si tú tuviste 3 horas en el baño bañándote. ¡Ahí, pero déjame mi pelo, por favor!

Embarazo

Bienvenidos al vuelo. Les ayudo con 17 cc. No, no, no, no. Yo quiero la ventana. Me mareo. Sino, tome, tome señora. No, ubíquese a sus hijos. Creo que van sentados en el puesto, pero señora, me acaba de lastimar, siéntese por favor.

Bueno, siéntese ahí, lo ubico. Pero no hay más espacio de equipaje, así que por favor, me permite su valija. Niños, por favor, hacia atrás. ¿Me acompañan? Quiero que estén ocupando su puesto. El señor, señor, señor está ocupando el puesto de la señorita. Por favor, siéntese en su ventana.

Lactancia

Vamos, vamos, vamos, así. Bueno, ¿se portan bien? ¿Oyeron o no? Ay no, ¿cómo me vas a hacer esa pregunta? ¿Sabes cómo me pongo cada vez que me preguntas esas cosas? Ahora no sé nada. No, no necesito que no arranque el avión todavía. Señora, se puede sentar por favor, no, no, necesito bajarme del avión. Qué pasa, qué pasa. Necesito bajar del avión y que me esperen. Yo vivo a unas cuadras acá, necesito corroborar de que cerré la casa, ¿dónde, señora?

Voy a parar. No, no vamos a despegar ya. Necesito ir a ver, acá vamos a despegar. ¿Le diste de comer a Firulais? No, no, pregúntate, cinturón, el cinturón. Chicos, pónganse el cinturón. ¿Dónde está mi cinturón? Mi asiento, cinturón. Dame tu mano, dame tu mano, Juan Carlos, dame tu mano. Empiezo a levantarse, seguro esto es normal, esto que se está moviendo tanto. Creo que entramos en una turbulencia. Se relajó el avión, se relajó.

Tranquilo chicos, ustedes están bien. Sí, estoy bien, gracias. No te pregunté a vos, le pregunté a mis hijos. Ah, yo quiero que el asiento, quiero estar en la ventana. Mamá tiene la ventana. Este es mi asiento, pásame mi pelota.

Cuidado de los bebés

Qué pasa, qué pasa. Son los niños, estos mocosos quieren mi asiento. Disculpe señor, usted no respeta a una familia que está viajando, que gastó sus ahorros para venirse de viaje. Disculpen, yo te voy a dar la ventana, ¿te quieres parar, Juan Carlos? Juan Carlos, no sabes lo que está pasando de atrás. Nuestros hijos están descontrolados. Juan Carlos, ay, no se durmió otra vez. Sabes qué, toma, cuida tu hijo. Siempre estás durmiendo. Toma señor, cuida mi hijo.

Vamos a hacer algo. Para allá adelante, yo me voy a encargar de mis hijos que se portan bien. Sí, sí, sí, sí. Ya le cambié. Ya pórtense bien, por favor, déjenme dormir. Ahora un rato que su madre está muy cansada. El asiento. Tengo un bebé que ni siquiera es mío y ese viejo que ronca como un animal. Yo me voy a dormir al baño, esta gente está más loca.

Preparándose para el vuelo

¡Ay amiga! Hoy vamos a pasarla genial. Esas vacaciones van a ser increíbles. ¡Nietos, sin hijos, sin nada! ¡Ay, sola nosotras en el asiento! El asiento... ¿acá lo tengo? ¡Acá lo tengo! Dice que no veo nada. No veo nada. Ahí sí, pásame. Porque estos son como los de lejos. Acá, acá, para, para, para, ventana o pasillo. ¡Ay, no sé! Bueno, hagamos una pulsera. Va a la ventana, un peluchito que me acompaña siempre, va a estar ahí con nosotros. Un poco de talco, que me huele todo de las patas también. Como un poco, ¿no? Para el dolor. Vos también ¿trajiste un secador de pelo? Bueno, basta, basta, un poquito de maquillaje. Si no tenés frío, vos. ¡Ay, si estás como con frío! El ambiente... Hay que llamar a la chica de acá. ¿Cómo es eso? Tengo frío. ¿Esa comida, de dónde la sacaron? Venía con el equipaje. Por favor, señora, ¿puede traernos una manta o algo?

Durante el vuelo

¡Okay! Le voy a dar una manta. Aquí tiene una manta. Permiso, póngase cómoda. Estaba por una señora mayor, es como usted. Hay que taparla y cúbrase. Que disfrute su vuelo. ¡Ay, si nos tiramos para atrás! A la cuenta de tres: uno, dos, tres. Ahí, vacaciones, lo que nos merecemos amiga. Tantos años juntas. ¿O te pasa que tenés un poco de calor?

Incidentes en el avión

Ay, por favor. Dónde está, dónde se fue. ¿Qué pasa, qué pasa, señorita? Hace mucho calor acá, por favor, suba el aire, señora. Pero no será la edad que ya le da frío, calor. Eso, la pausa. No llegué a eso amiga todavía. Bueno, les llevo la manta, les llevo la manta. ¿Sos vos podrido? Sí, pensé que había sido vos. ¡No, no, no, no! Creo que viene de atrás. Ay, no voy a ir a quejarme. Yo acá no pagué todo este dinero para viajar en un avión con olor ¿Ay, señor, no se bañó usted? ¿Qué le pasa? Por favor, a ver, amiga, Tomás por favor, báñese señor. Vayamos a sentarnos, pero ahora yo me quedo con la ventana.

Primer vuelo

Hola, ¿cómo estás? Muy feliz, muy contento por que este es mi primer vuelo. Estoy muy emocionado de verdad. Yo decidí filmar todo, documentar todo. Así que voy a poner a grabar. Bueno, acá ya estoy en el avión, estoy con mi compañera de viaje así que ya no le voy a filmar. Miren lo que es el avión, es enorme. ¡Ay, ya sé! Le voy a mostrar la ventana, cómo se está viendo las nubes por encima mío. Tenés que pasar las nubes. Está increíble, está feliz en su asiento. Sí, gracias señora por cambiarme del lugar. A ver, ¿quién está atrás? Hola, ¿de dónde eres? ¡Oh, Venezuela! Y usted señor, ¿cómo está? Parece que el señor está un poco nervioso. Cuéntenos. Sí, mi primer viaje, tengo mucho miedo. Porque estás tan nervioso, porque es mi primer viaje en avión y tengo miedo a las...

Viajar y enfrentar el miedo a volar

Una de las emociones más intensas que podemos experimentar es enfrentar nuestros miedos y salir de nuestra zona de confort. Para algunas personas, viajar en avión puede generar una gran dosis de adrenalina y miedo, pero también una pasión por descubrir nuevos lugares. Hay quienes se sienten motivados por la incertidumbre de no saber con certeza si llegarán a su destino.

Es normal sentir cierto temor al subir a un avión, especialmente si consideramos que hay muchas personas y equipajes en el mismo vuelo. Sin embargo, es importante recordar que los accidentes son poco probables y que volar es más seguro de lo que muchos creen.

Las turbulencias no son motivo de alarma

Si has experimentado turbulencias durante un vuelo, es importante saber que esto es algo normal y común en todos los aviones del mundo. Si bien puede resultar asustador, debes recordar que los pilotos están entrenados para manejar este tipo de situaciones y garantizar la seguridad de los pasajeros.

Recuerda que las turbulencias no son indicativo de que el avión se vaya a caer. Es comprensible que te sientas nervioso o ansioso, pero es importante mantener la calma y confiar en la profesionalidad de los pilotos y la seguridad de la aeronave.

Convierte el miedo en una experiencia maravillosa

Si eres una persona miedosa, es comprensible que tengas temor a volar. Sin embargo, es importante recordar que enfrentar el miedo puede abrirte puertas a nuevas experiencias y oportunidades. Viajar en avión puede ser una experiencia maravillosa que te permitirá descubrir nuevos destinos y conocer diferentes culturas.

No dejes que el miedo te limite, recuerda que volar es seguro y que millones de personas lo hacen a diario sin problemas. Enfrentar tus miedos te hará más fuerte y te permitirá vivir experiencias únicas que nunca olvidarás.

Artículos relacionados